El mayor error en una boda no es el vestido, ni el menú, ni las flores…
Es confiar en alguien con poca experiencia para inmortalizar el día más importante de vuestra vida.
Lo más probable es que tu boda sea el primero de muchos buenos días de tu matrimonio.
Y si no lo es… más razón aún para tener buenas fotos para recordar el motivo que te llevó a dar un paso tan grande con tu pareja.
Cuando dentro de unos años ya no te acuerdes por qué te casaste, vas a necesitar algo que te lo recuerde con cariño.
Unas fotos que te hagan pensar:
«Vale, esto valió la pena.»
Que tengas pruebas de que lo pasaste bien.
Y que tuviste a tu lado a la persona que elegiste.
Saca la calculadora y prepara la cartera.
¿Y de verdad no vas a invertir solo 65€ al mes para guardar para siempre estas escenas dignas de una película de Hollywood?
Sabemos que «financiación» suena aburrido. Pero piensa en ello como cuando pagas Netflix, solo que aquí en lugar de series, estás pagando recuerdos épicos de tu boda.
(Bueno, como Netflix no, que nosotros no te subimos el precio por la espalda y sin avisar)
Y sí, lo sabemos, es taaaaan aburrido, pero taaaaan bueno.
Porque las sorpresas ya te las dará ese amigo de toda la vida cuando decida ligarse a tu prima en mitad del banquete.
(No, no te vamos a meter en una secta ni a venderte aceite esencial por WhatsApp)
Te escribiremos por WhatsApp. Sin excusas. Sin ''te leí y se me pasó contestar''.
Resolvemos todas tus dudas, incluso esas que empiezan con «esto seguro es una tontería pero…».
Nos cuentas lo que quieres, lo que odias y lo que no soportas ni aunque lo sugiera la suegra.
Te enseñamos nuestros Packs, lo que incluyen y su precio.
Hay dos pruebas de fuego en la boda:
– La primera noche
– Que tengas recuerdos de cada momento importante.
Con lo primero, solo te podemos recomendar, repetir y repetir hasta que sientas fuegos artificiales.
Para lo segundo, garantizamos que no se nos escapará ni un solo momento crucial.
Porque si alguien arruina tu boda, no vamos a ser nosotros.
Y si te divorcias… te haremos precio en el futuro.
Porque tus fotos no deberían parecerse a las excusas baratas de tu cuñado.
Porque la calidad de nuestros vídeos es más alta que las expectativas de tu suegra.
Porque con 65€ al mes pagas menos que una cena con amigos.
Porque quieres presumir en redes con fotos naturales, no filtros desesperados.
Porque incluso tu cuñado borracho merece salir bien en las fotos.
Porque capturamos momentos reales, no posados artificiales.
Porque cada foto te costará menos que una ronda de chupitos para tus primos.
Porque las buenas fotos duran toda la vida.
Porque hacemos Bodas por toda España (o incluso más lejos)
Porque nunca usamos marcas de agua molestas ni logos incómodos.
Porque tus amigos merecen un vídeo que puedan disfrutar incluso con resaca.
Porque te ofrecemos tranquilidad absoluta para tu gran día.
Porque la sonrisa al ver tus fotos durará más que la batería del móvil de tu cuñado.
Porque si decides huir en plena boda, también lo documentaremos épicamente.
Porque aunque la boda sea un solo día, unas buenas fotos te acompañarán siempre.
Sí, y prometemos que será rápido y sin dolor.
Sabemos que quieres que la foto con la familia política acabe antes de que empiece a sonar «Paquito el chocolatero».
Claro. Tus recuerdos están más seguros con nosotros que la tarta de boda lejos de la mesa de los niños.
Trabajamos con múltiples copias y seguridad extrema.
Tenemos un equipo amplio y un plan B siempre preparado.
Nadie notará la diferencia, salvo que quizá sea más guapo que el original.
Online, rápido y directo. Nada de esperar al repartidor ni de rebuscar en buzones.
Y además, tendrás un USB de recuerdo para guardar con cariño o perder en un cajón.
Por supuesto. Tú mandas, nosotros disparamos.
Aunque nos pidas una foto de tu cuñado volando por la pista de baile, estaremos listos.
Tu boda será única (y si no lo es, al menos que las fotos lo disimulen).
Porque no importa cuánto te esfuerces en cada detalle si luego las fotos parecen sacadas con la cámara del móvil de tu primo después de dos copas.
No cometas el error de pensar
«ya da igual, si total…».
Porque luego verás el álbum y te dolerá más que ponerte los zapatos de boda al día siguiente.